Todo gran cóctel comienza con el deseo.
Evoca un recuerdo o una buena sensación.
El Emperador Julius es un homenaje alcohólico a mi infancia. En los años sesenta, la franquicia de comida rápida Orange Julius se extendía por todo Estados Unidos y Canadá. Vendían estos brebajes congelados sin alcohol que, en un día de 46°c/115°F, en el valle de San Fernando de Los Ángeles, eran el Santo Grial de las bebidas refrescantes de verano.
Había un Orange Julius a poca distancia en bicicleta de la casa de mi infancia, en Woodland Hills, California. Cincuenta céntimos de las botellas de refresco devueltas eran suficientes para conseguir una mediana. A mí me bastaba. Ensillaba mi Schwinn verde con asiento de plátano. Un amigo o dos y yo íbamos a Ventura Boulevard a devolver las botellas y subíamos hasta OJ's.
En 1928, Julius Freed abrió un puesto de zumo de naranja natural. A su agente inmobiliario y amigo, Bill Hamlin, le encantaba el zumo. Sólo había un problema: le sentaba mal al estómago.
A Bill se le ocurrió una fórmula de "siete ingredientes", que incluye un poco de clara de huevo en polvo y vainilla, para hacerlo menos ácido. Al batirlo, con un poco de hielo, en la batidora, también quedaba muy frío y delicioso.
Había nacido el Orange Julius.
Después de muchos años y muchos propietarios, Dairy Queen compró la marca, convirtió sus tiendas en DQs y añadió Orange Julius como elemento del menú.
Este es un cóctel con alcohol, más fuerte. Cualquier bourbon sirve, pero para este cóctel, ¿puedo recomendar Old Forester 100?
De la familia de destilerías Brown-Forman, sigue siendo uno de los bourbons con mejor relación calidad-precio del mercado actual. Con 100 grados de alcohol, ¿quieres darle un toque especial a tus combinados?
¡Impresionante!
Mi cóctel Emperador Julius es un homenaje a la naranja helada, un viaje mágico y mixológico por el carril de los recuerdos, quizás, de mis paseos en bicicleta hasta el Orange Julius, en Ventura Boulevard, en Woodland Hills, California.
